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¿En qué puedes poner tu foco?

El faro es un símbolo muy recurrente en coaching. Sí, de hecho puede llegar a estar muy manido. Lo interesante es darle el toque personal, por eso vengo hoy a abrir la tienda de focos.

El poder del foco, en contraposición al poder de la dispersión. Cuántas veces hemos empezado una semana súper enfocados… para llegar al viernes y ver que la dispersión se ha apoderado de nosotros. Llega el fin de semana y ya es imposible frenar. Pensamos que el lunes mejorará, con una nueva estrategia farera.

[ Si vas con prisa, al final del post encontrarás el recurso y el resumen ]

Encontrar el foco a veces no es tanto trabajar sobre los puntos débiles, sino potenciar los fuertes, y darle duro en esa dirección. Pongamos el foco en lo que nos hace sonreír.

Antes de entrar en la tienda, tres conceptos clave:

Propósito

Para qué hacemos lo que hacemos. Suele ser algo más grande que el objetivo y tiene mucho que ver con los valores de la persona (y/o de la organización).

Tiene un matiz de permanencia mayor que el objetivo: el propósito varía poco a lo largo de los años (puede tener mejoras en cuanto a su formulación consciente, pero en esencia sigue siendo ese).

Objetivos puede haber muchos. Propósito hay uno.

Objetivo

Qué queremos conseguir concretamente.

Un objetivo S.M.A.R.T. es concreto, medible, asignable a una persona o equipo, realista y tiene fecha de caducidad.

Yo quiero conseguir comprarme un lápiz que vale 1€ en un plazo de 4 días.

Si te atascas con este punto, el equipo de re:Work de Google te ayuda a evitar los errores de formulación de objetivos.

Acciones

Lo que hacemos para conseguir el objetivo.

Aquí ya entramos al detalle de cuantificar cómo vamos a conseguir los objetivos que hemos formulado anteriormente. Puede ser un fiestón.

Es opcional que estas acciones puedan estar alineadas con el propósito.

¿Cuál necesitas hoy?

Pongo mi láser

Un propósito con un objetivo: todas las acciones que realicemos van dirigidas en la misma dirección; cada vez tendremos más raíces y profundidad en ese campo, a base de pico y pala.

Sorteamos las tentaciones de disparar a 45 grados a la derecha. A los que nos cuesta, podemos poner el Modo Avión durante unas horas si no queremos ninguna distracción.

Aquí encontraríamos a quienes se hiperespecializan en algún tema concreto.

El eterno debate: ¿Hiperespecialización: sí, o no?

Pongo mi linterna

Un mismo propósito, diversificado en dos objetivos: un poco más difuso que el anterior y con una visión más global.

Puede ser que este foco tenga un ángulo de iluminación de 35 grados (tocar varios servicios dentro de un mismo sector): mientras haya una dirección común hacia un propósito, puede tener sentido.

Con cualquier acción dentro de este espectro, estamos alineados con los dos objetivos y todo el halo de luz da de lleno al propósito.

Ejemplo:

Alguien que se dedica a vender comida, pero vende fruta y verdura (objetivos). Ambas son comida sana y natural para acercar a las personas al valor de la salud (propósito). No se ha metido al negocio de vender bollería industrial.

Pongo mi semáforo

Un mismo propósito y tres objetivos: un poquito más de ambición, y puede que el de en medio incluso sea intermitente. Permite un ángulo de visión mayor que los dos anteriores, pero también hay unos grados más de dispersión.

Aquí el trabajo sería identificar si la diversificación es está justificada para su propósito. A veces tiramos en muchas direcciones sin ser coherentes con la visión total.

¿Con menos dianas podemos llegar al mismo sitio?

Pongo mi discoteca

Un mismo propósito y cinco objetivos: si ya nos costaba con el semáforo, con la discoteca ya nos vamos de farra.

Hay tres focos que no miran al propósito ni lo conocen.

Para masterizar la discoteca te puede servir ser buen segurata, buen camarero y buen DJ. Me explico:

  • Ser buen segurata: decidir bien quién entra y quién sale. La dispersión puede ser clave para que el foco número 2 deje de atinar y se vaya a enfocar al propósito del vecino. Decide si coges la llamada que te está entrando al móvil (a lo mejor no es urgente).
  • Ser buen camarero: servir bien los objetivos, con los ingredientes correctos y a las personas y equipos implicados. Es fácil que con tanta actividad, podamos perder el norte. Mira si estás cumpliendo horarios y entregas.
  • Ser buen DJ: cuidar que la música sea la correcta en cada momento. El pinchadiscos tiene la responsabilidad de hacer que las personas que están dentro de la discoteca bailen, y la iluminación (objetivos) también sirve al propósito del DJ. Elige ritmos que te sirvan para tus objetivos (esto es literal, una playlist te puede dar la vida en según qué momentos).

El truco está en formular un propósito personal que te permita estar enfocado a gusto para no aburrirte con el láser.

Muchos dirán que el ser humano es multitarea, pero la realidad es que demasiados estímulos y tareas simultáneas nos alejan de poder masterizar algo, si es que realmente la intención es integrar todo en un mismo propósito finalmente.

Y también algo muy sencillo: sentido común. Si ves que el cuerpo te lanza señales de que la discoteca consume demasiados kilojulios, estaría bien volver a la tienda y valorar otros enfoques.

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R E C U R S O

La tienda de focos

¿Puedo cambiar la forma de enfocar mis objetivos?

Puedes entrar en la tienda cuando quieras y escoger uno diferente.

Hablando de mi experiencia, con el tiempo he visto que invertir mi día a día entre dos proyectos no es lo mismo que entre cuatro. Cada uno se lleva un porcentaje energético que al final del día hace que no me quede disponibilidad para otras cosas que sí me apetecía hacer. Esto parece una obviedad, pero puede que vayamos en piloto automático y no seamos del todo conscientes de qué se hace y qué no se hace alineado con qué.

Aquí no está la clave en pasar de hacer mil cosas a dejar de hacerlas, sino en ver si entre ellas hay conexiones y valorar: puedes tener 500 acciones dirigidas a un mismo objetivo, y las otras 500 a otro. Ambos objetivos pueden ser sanos y en dirección a tu crecimiento. Si es este el caso, go ahead.

  • ¿Responden tus acciones en líneas generales a objetivos alineados con tu propósito personal o profesional?
  • ¿Podrías quitar 250 y repartir esa energía sobrante en otros objetivos?

Puedes dejarnos tus comentarios si te apetece compartir tu experiencia en la tienda de focos. Yo, personalmente, estoy mirando diferentes modelos de linternas y semáforos, porque la discoteca estos días no me sirve.

Seamos sinceros: por mucho que calculemos la estrategia, la perfección no existe (el láser puede fallar). Y una discoteca de vez en cuando también mola.

***

Pongo mi foco en definir mi propósito personal y ajustar la configuración de mis objetivos en las diferentes áreas de mi vida para que vayan sincronizados en una dirección coherente conmigo y navegar a gusto.

Se puede bailar entre el foco y la dispersión sin que esta última tome el control de nuestras vidas.

¿Qué quieres que ocurra esta semana?

Fotografía de sk en Unsplash

Por Daniel Vázquez

Acompaño a personas y organizaciones a superar bloqueos creativos. Soy periodista, diseñador gráfico/web y coach. He creado un programa online para poder ir de copiloto en tu aventura como creador/x de contenidos, ayudarte si estás atravesando un burnout personal/profesional o aportarte algo de luz en épocas de cambio. Puedes seguirme en redes sociales: LinkedIn | Twitter | Instagram


       

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2 respuestas a «¿En qué puedes poner tu foco?»

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