Cuando viene una tormenta, lo primero que uno puede hacer es quejarse del viento y de la inclemencia que levanta. Pocas veces nos planteamos:
«¿Cómo contribuyo yo a que me sigan cayendo tormentas perfectas?»
Una vez sentado y hablando con uno mismo para salir del huracán, lo primero que he decidido es dejar de lado el victimismo y la queja para dar lugar a la responsabilización y la solución a la tormenta. Aquí es donde yo personalmente creo que de vez en cuando es necesario que me baje del burro.
Si el rayo de la tormenta te cae encima y te hace pequeñito como en el Mario Kart, no te queda otra que seguir conduciendo y dejarlo atrás. Si me paro y lloro hasta que me devuelvan mis monedas perdidas tras el impacto, puedo cabrearme y quedarme solo, sin solucionar absolutamente nada.
Es por eso que hoy te traigo una herramienta que me he estado inventando en los últimos años para potenciar la empatía. A mí me ha servido hoy para solucionar mi tormenta particular:
Me bajo del burro
Detecta unos cuantos puntos que te molesten de tu personalidad.
Yo encontré más de 5. Me lo pongo difícil (la cabalgata de burritos es muy bonita si los ves venir de lejos y te vas bajando de ellos tranquilamente).
Hoy vamos solo con uno de ellos.
Primero exponte el problema (imagínate que has tenido un conflicto con alguien) y detecta el valor que crees que a al otro implicado le faltaría para entenderte o satisfacer tu necesidad.
Ejemplo: «Al otro le falta humildad para entenderme».
Acto seguido, utiliza el espejo y pregúntate:
- «¿Cómo es ese valor (humildad) en mi vida?«
- «¿Podría hacer yo algo hoy para incrementar en un punto ese valor y no necesitar pedírselo a él/ella?«
Hoy me ha ayudado bajar a la tierra y aceptar que ni yo ni nadie poseemos el valor 100 (ni el 0) de ese aspecto. También me ha ayudado reconocer que he estado cabalgando por el desierto con el burro de la exigencia enfurecido y comprometerme a hacer mejor la próxima vez que aparezca la tormenta.
Hoy me he bajado del burro llamado exigencia. Hay veces que exijo humildad a los demás cuando sin darme cuenta quien se ha puesto por encima he sido yo.
Se puede hacer un poco de reflexión y trabajar con los aspectos del carácter que nos hacen la vida un poco más difícil.
Ganar consciencia de tu carácter te puede ofrecer nuevas opciones para vivir de una manera más calmada (y llevar tú el control, no tu máscara).
¿Por dónde podrías empezar hoy mismo a desmontar tu carácter?
Fotografía de Angel Silva en Unsplash