Pongamos que tienes un plan. Hay un lugar al que te gustaría llegar y para ello hay que acometer un serie de acciones -decisiones que poco a poco te acercarán a ese destino, dejando atrás viejas estructuras mentales y creencias-.
No será fácil.
Pero, aún con todo, tú te pones en marcha.
Según vas avanzando te asaltan las dudas, la incertidumbre… Van ocurriendo cosas que en cualquier momento pueden girarte en dirección contraria.
Dejarte llevar por uno de esos miedos y abandonar el plan que originalmente te hacía ilusión podría ser visto como un fracaso o una anulación personal. Pero a veces los miedos y las dudas están ahí para que reflexiones y crees desde un lugar más realista o más pragmático.
El miedo puede ser una invitación a poner los pies en la Tierra
Ser conscientes de que a lo mejor no se puede llegar a la Luna en 2 años, sino en 10.
Pero también ser conscientes de que la pereza y el miedo, juntas accionan los bloqueos… Que se pueden superar en muchas de las ocasiones pisando hacia hacia adelante y confiando en que llegará lo mejor a cada momento del viaje.
Tan fácil y tan difícil.
Confiar en la vida y en los beneficios de estar presente en cuerpo, mente y alma
Nunca desaparecerán los miedos, pero sí que los podemos acariciar y sentarnos a hacer un pacto con ellos.
Un paso hacia adelante con los miedos de la mano, pero con una sonrisa interna. No pensando en lo malo que ocurrirá si damos el paso, sino en las nuevas oportunidades que este generará.
Si quieres más sobre creatividad, miedos y sensibilidad, puedes escuchar a Eva Álvarez, CEO y Socia Fundadora de Misstake (Escuela de creatividad para no creativos) en el episodio 1×03 del podcast.
Fotografía de Daniel Vázquez
El faro de Punta Jandía es un faro situado en la península de Jandía, en el extremo suroeste de la isla de Fuerteventura, en el archipiélago de las Islas Canarias, España. Está gestionado por la autoridad portuaria de Las Palmas de Gran Canaria.
Puesto en servicio en 1864, es uno de los faros más antiguos de las Islas Canarias. El faro de Punta de Anaga, en Tenerife, comenzó su actividad el año anterior.
Este faro fue construido a mediados del siglo XIX, comenzó a funcionar en el 1 de diciembre de 1864, con la misión de guiar a los barcos que desde Europa se dirigían a los puertos del África Occidental Española y Francesa, así como a los barcos que hacían la ruta desde el puerto de Las Palmas hasta Gran Tarajal y Puerto de Cabras (en la actualidad Puerto del Rosario, capital de la isla de Fuerteventura).
El faro de Punta de Jandía también servía para balizar una peligrosa baja a 800 metros al suroeste del faro. Para ello, emitía una señal muy singular: un destello cada cuatro segundos. Al igual que otros faros de Canarias que se construyeron en el último tercio del siglo XIX, su ubicación era la necesaria para su función, pero el estar un paraje desértico y despoblado, con apenas unas chozas de pescadores a pocos metros que sólo estaban habitadas un par de meses al año, hizo que la vida de los torreros que vivían y trabajaban allí fuera casi ermitaña.
Una respuesta a «El miedo te dirá que no lo hagas (pero hazlo)»
Tira pa’ lante y luego, si eso, ya vemos, ¿no? Gracias por el artículo 🙂