A veces energéticamente somos un torbellino a lo largo del día.
No me gusta hablar en plural, porque al final toda experiencia es subjetiva, y seguro que transmito más si te cuento que esto es lo que me pasa a mí y no tiene por qué pasarte a ti.
Pero «puede» que a alguien le suene de algo.
Yo por ejemplo me organizo el día lleno de tareas y/o reuniones, y he adoptado el hábito de dejar algunas horas libres (algo que no ocurría así en el pasado).
Entre medias no solía haber descansos, pero he descubierto que para que todo lo que hay en la bandeja me apetezca, debo dejar espacios para recargar el dispositivo (mi cuerpo).
Por eso es importante que haya «Momentos Ameba» a lo largo del día:
Momentos de ir más despacito y dosificar la intensidad hasta casi el mínimo, para que esa especie de Tiranosaurus Rex que vive en mi interior y que está hambrientx, se recargue y pueda seguir trabajando luego.
El problema es que muchas veces nos creemos que somos Tiranosaurus Rex todo el día y que tenemos energía infinita… Cuando la realidad es que no.
¿Ves venir los momentos de explosión y saturación?
Yo en mi caso ya he pactado conmigo mismo que quiero vivir un poco en equilibrio -sin ser necesario que sea estrictamente 50/50- y que necesito pegarme al sofá durante unas horas al día si luego voy a estar dándolo todo durante otras franjas horarias… Ya sea con trabajo, ocio o familia.
¿Y qué ha pasado tradicionalmente si no he tenido familia/amigxs cerca?
Pues entonces el T-Rex a veces salta con un:
«Vamos a rellenar esos huecos que habitualmente estarían cubiertos… Con más trabajo o con más ocio».
Fongo Mi Foco
Pocas veces me dedico a agendar momentos de sofá y de recargar (es algo que está empezando a cambiar). Tradicionalmente se lo dejaba todo a la cama por la noche… Y a veces no es suficiente. En el día también tenemos espacios en los que es importante cuidarse.
Bajar la intensidad un poco a lo largo del día para luego volver a tener esa energía que nos requieren las tareas principales de la semana.
No estar disponible 24/7 para todo y para todxs. Al final acabamos perdiendo demasiada energía o empleándola en otros lugares que no necesitaban tanta.
¿Cómo cuidas a tu T-Rex?
Darle unas cuantas horas de Ameba Time (intensidad baja o nula) al día es una buena opción para que el T-Rex (que vive a alta intensidad) después vuelva a trabajar contento.
La ameba también se puede poner celosa y si no le damos lo que necesita… Al final petaremos.
¿Cómo cuidas a tu Ameba?
Te invito a que puedas estudiar sobre el calendario cómo estás tratando a tu T-Rex y a tu Ameba.
- ¿Cuántas actividades diarias están dedicadas a ser hechas en Modo T-Rex?
En plan a tope y con mucha energía o necesidad de foco/concentración.
- … ¿Y cuántas en Modo Ameba?
Aquí buscamos momentos de desenchufarnos, de no tomar tantas decisiones o estar pendientes y poniendo atención, foco o concentración.
«Quitar el foco» también es importante.
Un día entero poniendo el foco con todo, súper atento y concentrado… Al final es agotador y hace que hasta Daniel Goleman se vuelva majara.
¿Cómo sería dedicarle unas cuantas horas diarias del T-Rex a la Ameba?
Seguro que pones el grito en el cielo… La productividad «tiene que seguir ocurriendo», te dirás.
Esto no va de «dejar de hacer», sino de «hacer un poco más reposadxs», con otra actitud y siendo un poco más sosxs. Que tampoco viene mal de vez en cuando.
Y así poder llegar al miércoles de mejor humor.
Por ejemplo, en el trabajo.
Que te la pele todo un poco más –practicar un poco de desapego creativo-, y seguir siendo eficaz y productivx.
Y luego en tus horas de descanso, date el gustazo de apretar el acelerador y observar si puedes hacer los Momentos Ameba un poco más enérgicos. Tendrás más energía disponible en tus momentos de ocio.
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